Cómo crear un hogar que te acoja

Una de las diferencias más importantes entre un hogar y una vivienda, es que en las viviendas simplemente se vive y un hogar tiene la capacidad de acogernos.

Cuando conseguimos un hogar acogedor y crear ambientes relajados, nuestra calidad de vida aumenta, pues, inconscientemente, allí donde vayamos, sabemos que tenemos un lugar a donde regresar en el que podemos sentirnos, no solamente seguros, sino que además nos refuerza y nos repara.

A continuación, te detallamos los aspectos más importantes a tener en cuenta para crear espacios acogedores en tu casa:

 

Empezar por el recibidor

La entrada a tu casa habla mucho de ti y de tu personalidad.

Al igual que ocurre con las personas y su forma de vestir, pasa con las viviendas: la primera impresión siempre nos condiciona.

En tu casa, el recibidor es la estancia que te dará la bienvenida y es importante que reflexiones previamente sobre cómo te gustaría ser recibida/o al llegar a casa.

¿Te gustaría recibir una sensación cercana, luminosa, creativa, serena, familiar…?

Una vez has definido la sensación que deseas sentir al entrar en casa, puedes conectar con ese objetivo a la hora de elegir la decoración y el mobiliario para el recibidor.

Te recomendamos que tengas siempre la posibilidad de cambiar elementos sencillos, como fotos o algunas piezas decorativas, ya que puede que tus preferencias a la hora de sentir como deseas que tu casa te reciba, pueden cambiar, y de esa forma, con sencillos cambios, puedas cambiar la sensación que transmite tu recibidor.

 

La importancia de lo sutil

La sensación se crea de una forma muy parecida a como una vivienda fría va cogiendo calor de forma gradual al encender en su centro una estufa.

Ese calor del centro va impregnando el ambiente de una forma invisible pero notable. Lo mismo ocurre con la calidez que puede aportar tu hogar. Se va creando de forma invisible, pero pronto comienza a ser notable conforme vamos aportando por nuestra parte, atención a los detalles que activan esa calidez.

Desde esta perspectiva nos resulta más fácil hablar del aspecto más sutil de tu vivienda y el que marcará la diferencia: la atención y cuidado de su propia energía vital.

La forma en que nos movemos y habitamos la vivienda, la forma en que la limpiamos y ordenamos y la forma en que la disfrutamos y valoramos, influye en su vibración, de la misma manera que nos influye a nosotros cómo nos tratan, cuidan y valoran.

Las viviendas cuyos habitantes las valoran, las cuidan, disfrutan del confort y seguridad que les ofrece y muestran su agradecimiento en forma de cariño al hogar, tienen una vibración alta y aportan un gran valor a la vida interior de las personas.

 

La iluminación

A la hora de crear un ambiente de hogar que te acoja, saber elegir la iluminación adecuada para tu casa, es también un factor fundamental.

Lograr una luz general homogénea, de forma que no haya mucha diferencia de intensidad entre una estancia y otra, así también cuidar que la temperatura de la luz sea entre neutra y cálida, ayuda mucho a lograr un ambiente acogedor.

La posibilidad de contar con luces indirectas y regulables en tus zonas de relajación y descanso, también ayuda mucho a relajar la retina y bajar nuestro estado de alerta, sobre todo si el tono de la iluminación es cálida.

La posibilidad de focalizar luz sobre puntos concretos que den valor o realcen elementos, como cuadros o zonas concretas, como un punto de lectura, ayudan a concretar tu energía en aspectos importantes para ti y que te acercan a la calidez y cercanía que deseas sentir. Para ello, la iluminación orientable en techos es una de las formas más fácil de lograrlo.

 

El espacio vacío

Al igual que la sutileza con la que tratamos y valoramos nuestro hogar aumenta su nivel de vibración, cuidar la calidad de su espacio vacío, facilita que sintamos un grado mucho más profundo de bienestar.

Cuidar el aroma, el tipo de sonido e incluso el silencio de tu hogar, el tono de tu voz y la calidad de la renovación del aire y su temperatura, hacen que conectes también con los aspectos más trascendentes de tu personalidad y sea más fácil conectar con tu serenidad y profundidad interior.

 

El orden

La sensación de tener un lugar destinado a cada objeto y a cada función, ayuda a tener un mayor orden mental a la hora de realizar diversas tareas dentro de nuestro hogar.

Esa claridad mental favorece la sensación de conexión con nuestra vivienda.

Para lograrlo, te recomendamos que imprimas un plano de tu casa y si no lo tienes, te hagas un sencillo boceto, sin necesidad de que esté a escala.

Una vez tengas el plano impreso o tu boceto dibujado, marca sobre él el tipo de tareas que realizas en cada estancia (por ejemplo, comer y estudiar en el comedor, leer y descansar en el salón, cocinar y planchar en la cocina…) y marca sobre el plano los puntos de almacenamiento actual (por ejemplo, la tabla de planchar en un armario del pasillo, el material del trabajo en un mueble del comedor…)

Una vez tengas definidas las tareas de cada estancia y los puntos de almacenamiento, reflexiona si existe otra posibilidad de tener más cerca y más a mano aquello que usas en cada tarea.

Desde esta reflexión, es más fácil lograr que tu hogar sea fácil de vivir, y al igual que ocurre con una relación en la que es fácil ser una/o mismo, con tu hogar te sentirás cada vez más unida/o.

 

Los textiles

Los elementos textiles influyen mucho en nuestra sensación de confort y cercanía.

El material, color y textura del tejido del sofá, de los cojines, de las sillas, de las cortinas, de las ropa de cama, de las toallas e incluso el de las pantallas de las lámparas, puede generar en nosotros, tanto a nivel visual como táctil, una sensación de suavidad y serenidad que nos ayude a sentirnos más calmados y seremos.

Para ello, los tejidos naturales y las gamas de colores que generen armonía visual con el ambiente que hayas creado, son las pautas básicas más recomendables.

 

Peso visual

Por último, queremos hablarte del peso visual de algunos muebles, objetos o rincones de tu vivienda.

Los muebles grandes, de colores oscuros, los rincones poco iluminados o con gran cantidad de objetos, generan un peso visual que pueden restar valor o atención a otras zonas importantes de la vivienda.

Por lo general, estos puntos llegan, incluso, a generar estrés. Te recomendamos que, si es tu caso, trates de aligerar, bien con más orden, con más luz o equilibrando su decoración con objetos más ligeros y claros aquellos muebles o rincones que sientas que pueden generar en ti algún tipo de estrés. De esta forma, estarás también facilitando que todos los puntos anteriores generen el valor que deseas.

 

Tanto si te surgen dudas al llevar a cabo los puntos detallados en este artículo, como si necesitas que te ayudemos a crear un hogar que te genere el confort y calidez que necesitas, puedes contactar con nosotros.

En nuestro estudio de decoración de interiores apostamos por crear casas que te llenen de felicidad y donde te sientas acogida/o.

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