Más allá de la comodidad que puede proporcionarte tu sofá, tus sillas, tu butaca o tu colchón de los que también hablaremos en este artículo, vamos a intentar ampliar otros aspectos más sutiles e intangibles, para que sientas que vives en una casa cómoda y acogedora. Como es la forma en la que vives, las tareas que llevas a cabo en tu vivienda y la forma de ordenarla.
Cuando tienes en cuenta todos estos parámetros y los adaptas a tu comodidad, tu calidad de vida en casa puede aumentar considerablemente.
A continuación, te detallamos los parámetros que seguimos cada vez que realizamos un proyecto de interiorismo sin obras para hacer más confortable tu casa.
Transforma tu casa en un espacio más cómodo y acogedor
Ergonomía de los muebles
Empezamos por lo más común y por lo que más fácil resulta entender cuando hablamos de ganar comodidad en casa: los muebles.
- Existe un vínculo sutil entre la comodidad y el descanso. Este vínculo lo apreciamos claramente en nuestro colchón. Si el colchón en el que dormimos se adapta bien a nuestro cuerpo cuando estamos completamente dormidos y no es nuestro cuerpo el que se adapta a él, la calidad de nuestro descanso al día siguiente es muy notable. Este es el motivo por el que siempre recomendamos que cuando se pruebe un colchón, se tome el tiempo suficiente para relajarse y sentir, con el cuerpo relajado si el colchón se adapta al cuerpo. Si por el contrario, se perciben tensiones, cuando el cuerpo se relaje más, serán más pronunciadas impidiendo un descanso profundo.
- Una de las piezas indispensables para hacer más cómoda tu casa es el sofá. Tener un sofá que te permita relajarte, ver la televisión, leer, conversar, incluso dormir unos minutos de forma agradable, influye mucho en hacer acogedor un salón y también mucho en tu calidad de vida. Hemos comprobado muchas veces como personas que no tenían un sofá cómodo, pasaban casi de la mesa a la cama perdiendo calidad de comunicación, de relajación y de desconexión. Las características fundamentales de un sofá cómodo, además de que sus asientos y respaldos sean confortables y se adapten a tu forma de utilizarlo, son la altura del asiento de forma que tus caderas y tus rodillas estén alineadas, la altura del reposabrazos de forma que quede a la altura de tu codo para evitar que arquees tu espalda y la profundidad del asiento para asegurarte que con tu espalda apoyada en él, tus pies se apoyan con comodidad en el suelo sin sentir presión en la parte posterior de las rodillas. (Tienes más ideas para elegir el sofá perfecto y lograr un hogar más cómodo en este artículo).
- Si tienes una butaca o sillón en casa que uses para relajarte o para desconectar, te recomendamos los mismos consejos que para el sofá y el colchón. Debería, por un lado, recogerte y amoldarse a ti conforme tu cuerpo se relaja, y por otro lado, tener más medidas adecuadas para tu confort y ergonomía.
- Respecto a las sillas, lo ideal, si las utilizas a la hora de comer, es importante que prestes gran atención a la comodidad del asiento. Ahora bien, si tienes costumbre de tener largas sobremesas o de incluso trabajar en ellas, presta también mucha atención a la comodidad del respaldo y en especial, a que tu curvatura lumbar quede bien cubierta. De esta manera, la comodidad en tus sillas favorecerá la tranquilidad y la concentración que necesites.
Una distribución cómoda
Quizás la distribución de tu vivienda ya esté definida desde hace tiempo y pensar en modificarla pueda, o no, ser posible. Los consejos que te damos a continuación van en los dos sentidos, tanto si te estás planteando un cambio de distribución en casa, como a la hora de organizar mejor el espacio que ya tienes para sentir mayor comodidad.
Antes de empezar, haz una lista sobre tu forma de vivir tu vivienda:
¿Qué haces nada más levantarte? ¿Cómo preparas tu desayuno? ¿Por qué lugares pasas antes de salir de casa? Cuando regresas a casa ¿Qué pasos sigues para acomodarte? ¿De qué manera te relajas? ¿Qué sueles cocinar? ¿Qué te gusta hacer antes de dormir?.
Cuando tengas tu lista, repasa si tu distribución actual te facilita los procesos o si, por ejemplo, para coger una chaqueta antes de salir de casa debes irte a una habitación lejos del recibidor, haciendo más largo el proceso de salir.
Desde esta perspectiva, haz una nueva lista de aquello que haría más cómoda tu experiencia en casa.
Por ejemplo:
Si lo primero que haces al levantarte es ir al baño y asearte, sería ideal que tengas a mano y ordenado aquello que necesitas.
Si sueles desayunar café y fruta, sería recomendable que ambas cosas estén cerca del lugar de donde las preparas.
Si te vistes en tu habitación pero los abrigos están en otra, quizás puedas la noche anterior, dejar el abrigo que usarás al día siguiente en el recibidor o preparado dentro de un recorrido cómodo.
Si cuando vuelves a casa te gusta quitarte los zapatos, te puede ayudar tener un zapatero en el recibidor e incluso una banqueta.
Si dedicas unos minutos a relajarte en el sofá, sería bueno que tengas a mano aquello que te hace desconectar (un libro, música…) e incluso cuides las vistas de aquello que observes desde tu sillón o sofá (que veas orden y un espacio agradable).
Si cuando preparas la cena te gusta cenar en el salón y te pilla lejos, puedes disponer de un carrito plegable que facilite llevarlo todo en un solo viaje.
La comodidad del orden
Otro factor importante para vivir nuestra casa con comodidad, es dónde guardamos aquello que no usamos de forma habitual para que esté cuando lo necesitemos y accedamos a ello de forma fácil.
Para empezar a estudiar, si tu orden te resulta cómodo, lo mejor es prestar atención a aquello que puede en estos momentos resultarte incómodo y hacer una lista con ello. Por ejemplo, si usas una vez a la semana la sandwichera pero cada vez que la necesitas tienes que retirar o sacar otros objetos del armario y siempre piensas que debes ordenarlo mejor, este sería uno de esos puntos de la lista que te recomendamos hacer para empezar.
Una vez tengas la lista de aquello que actualmente te resulta incómodo de coger, piensa en otras formas o lugares posibles de guardarlo y anótalo. Es más fácil reflexionar sobre el papel que ponerte directamente a ello de forma intuitiva, ya que muchas veces nos podemos agobiar y dejarlo de nuevo como estaba.
Una vez hayas resuelto lo que ya te resulta incómodo, plantéate si aquello que no usas tanto está bien ordenado y accesible. Si encuentras puntos incómodos en tus armarios, en el interior de tus canapés o incluso en tu trastero, te recomendamos que los resuelvas de la misma manera que el punto anterior, ya que esto genera una sensación muy placentera y cómoda de sentirnos con aquello que guardamos.
Cómo puedes ver, unir funcionalidad y comodidad en una vivienda es posible si previamente has analizado bien lo que realmente te ayuda a vivir de forma cómoda.
Cuando en MProyect realizamos un estudio de diseño de interiores para convertir tu casa en un lugar cómodo y acogedor, dedicamos mucho mimo y tiempo a estudiar estos puntos para conseguir la máxima comodidad y confort en tu hogar.
Si necesitas más información o necesitas que estudiemos tu hogar y te asesoremos de forma particular, puedes ponerte en contacto con nosotros o venir a conocernos, solicitando cita previa.